Trabajos Voluntarios por un Chile Justo - Canela 2013

Convocamos a las y los jóvenes de nuestro país a participar de la Jornada de Trabajos Voluntarios “Jóvenes por un Chile Justo, Canela 2013”. Estos voluntarios se enmarcan en un período político en donde los jóvenes han jugado un rol protagónico en busca de las transformaciones necesarias para un Chile distinto

Bienvenido Mechón!

JUNTOS, Construimos Universidad Pública para un Nuevo Chile!El año 2011 se caracterizó por un país que gritaba en una sola voz la necesidad de cambios profundos, una voz que surge desde el abandono, el abuso y la exclusión heredada de la dictadura y sostenida por la concertación.

Declaración Pública Partidos Comunistas y Obreros contra el ataque militar imperialista contra Siria


Los Partidos Comunistas y Obreros expresamos nuestra solidaridad con el pueblo sirio y condenamos el ataque militar contra Siria que está siendo preparado por los imperialistas de los EE.UU., de la OTAN y de la UE junto con sus aliados para la promoción de sus intereses en la región.

Rechazamos los pretextos imperialistas que, como se demostró, habían sido utilizados también en la guerra contra Irak y en las demás guerras imperialistas contra Yugoslavia, Afganistán y Libia.

Llamamos a la clase obrera, a los pueblos en todo el mundo para combatir y condenar la nueva guerra imperialista, exigir que los gobiernos de sus países no se impliquen ni apoyen el ataque militar criminal.




Partido Comunista de Chile
Partido Comunista de Albania
Partido Comunista Alemán
Partido Comunista de Australia
Partido Comunista de Azerbaiyán
Partido Argelino por la Democracia y el Socialismo
Tribuna Progresista Democrática, Bahrein
Partido Comunista de Bangladesh
Partido Comunista de Bélgica (PC de Valonia - Bruselas)
Partido del Trabajo de Bélgica
Partido Comunista de Bielorrusia
Partido Comunista de Bohemia y Moravia
Partido Comunista de Brasil
Partido Comunista Brasileño
Partido Comunista de Bretaña
Nuevo Partido Comunista de Bretaña
Partido Comunista de Canadá
AKEL, Chipre
Partido Comunista de Cuba
Partido Comunista de Dinamarca
Partido Comunista en Dinamarca
Partido Comunista de Eslovaquia
Partido Comunista de España
Partido Comunista de los Pueblos de España
Partido Comunista de los EE.UU.
Partido Comunista de Filipinas – 1930
Partido Comunista de Finlandia
Partido Comunista Unificado de Georgia
Partido Comunista de Grecia
Partido Obrero Húngaro
Partido Tudeh de Irán
Partido Comunista de Irlanda
Partido de los Comunistas Italianos
Partido Comunista Jordaniano
Partido Socialista de Letonia
Frente Popular Socialista de Lituania
Partido Comunista de Luxemburgo
Partido Comunista de Malta
Partido Comunista de México
Partido Popular Socialista, México
Partido Comunista de Noruega
Nuevo Partido Comunista de los Países Bajos
Partido Comunista de Pakistán
Partido Comunista Palestino
Partido del Pueblo Palestino
Partido Comunista de Polonia
Partido Comunista Portugués
Partido Comunista de la Federación Rusa
Partido Comunista Obrero Ruso
Partido Comunista de la Unión Soviética
Partido Comunista Sirio
Partido Comunista Sirio (Unificado)
Partido Comunista de Sudán
Partido Comunista de Suecia
Partido Comunista de Tayikistán
Partido Comunista de Turquía
Partido del Trabajo (EMEP), Turquía
Partido Comunista de Ucrania
Unión de los Comunistas de Ucrania
Partido Comunista de Venezuela

Otros partidos que no están en la lista de SOLIDNET
Partido Comunista de los Obreros en Bielorrusia
Partido Comunista Dinamarqués
Unión del Pueblo Gallego, España
Partido Socialismo y Liberación, EE.UU.
Partido Comunista Obrero de Finlandia
Polo de Renacimiento Comunista en Francia
Unión de Revolucionarios Comunistas, Francia
Comunistas Izquierda Popular-Partido Comunista, Italia
Resistencia Popular, Moldavia
Grupo Activista SHISO-UNDO, Japón.

Ve el documental “La batalla de Chile” de Patricio Gúzman.

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Posiblemente uno de los mejores documentales chilenos que se han realizado. En estas tres partes podemos ver los eventos ocurridos en Chile desde 1972 hasta septiembre de 1973.
Un lujo que puedes ver a continuación:

Parte 1: La insurrección de la burguesía

Parte 2: El golpe de estado

Parte 3: El poder popular

Editorial El Siglo: La Historia es nuestra.


Lo dejó dicho Salvador Allende, y ese mensaje fue retomado por millones de chilenas y chilenos que, particularmente en estos últimos años, han recorrido calles y carreteras, copado plazas y caminos para marcar un rumbo cierto: el de los cambios profundos.

El pueblo confía en sí mismo, y se prepara para ser decisivo protagonista de su propia historia, enderezar su destino, afirmar su múltiple identidad.

Al cumplirse 40 años del golpe militar-empresarial, teleguiado por el enemigo fiel de los pueblos, el imperialismo yanqui, Chile pasa revista a ese episodio trágico y pone en el banquillo de la historia a quienes aun están cometiendo crímenes de lesa humanidad al negar la verdad y sostener la impunidad.

La salida pactada con el propio dictador y las fuerzas políticas que lo sustentaron, dio lugar a un extenso período durante el cual el pueblo fue paulatinamente arrinconado, desconociendo que había sido su lucha la que hizo posible que el despreciable traidor abandonara al menos La Moneda.

Pero las agudas consecuencias de las políticas neoliberales, al caer con brutalidad sobre los hombros de la mayoría nacional, hizo su camino y tanto los trabajadores como los estudiantes, los jóvenes en general, así como los excluidos por el centralismo, las mujeres, los pueblos originarios, comenzaron el lento reaprendizaje de la conciencia. Y se levantaron, unidos y en lucha. Así, el país comenzó a conocer las alegres y combativas movilizaciones. Así, se volvió a hablar de educación pública, gratuita y de calidad; de la salud como un derecho, de la vivienda como un sueño realizable, de la democracia representativa como un derecho inalienable. En otras palabras, el pueblo volvió a ser ciudadano.

A favor de una institucionalidad diabólicamente diseñada para ello, la derecha política fue sobre representada en el parlamento, y a pesar de perder elección tras elección siguió imponiendo sus intereses.
La elección de Sebastián Piñera a la presidencia de la república, halla su explicación en el descrédito de la única forma de hacer política que era posible sin atreverse a rebalsar los marcos estrechos de la institucionalidad pinochetista.
Y eso fue, precisamente, lo que comenzaron a hacer las grandes masas que se han movilizado en este último tiempo: rechazar la lógica impuesta por una extrema minoría, y diseñar un programa basado en la realidad de un país que, como lo dijera genialmente Violeta Parra, “limita al centro de la injusticia”.

Hoy el pueblo se ha constituido en una Nueva Mayoría. Es cierto que no están en ella todos los que han protestado y han argumentado los cambios. Y nadie podría, ni aun en nombre de la más noble de las causas, desconocer su derecho a expresarse y a postular sus propios programas y, en esta coyuntura electoral, sus propias candidaturas.

Entre quienes postulan al parlamento, destaca en la lista de la Nueva Mayoría el pequeño grupo de candidatos levantados por el Partido Comunista. De sus nueve representantes, 3 son mujeres: Lorena Pizarro, Karol Cariola y Camila Vallejo. Un reconocido dirigente sindical, Cristián Cuevas, simboliza la presencia de los trabajadores. En Jorge Coulon se representa el arte más comprometido y el nexo del hoy con el cercano pasado de la Nueva Canción Chilena y el estrecho maridaje de lo político-social y lo cultural. Además de la presencia en la lista comunista de la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, los derechos humanos se hacen presentes en la figura de su abogado defensor y actual diputado Hugo Gutiérrez. La juventud, que no tiene por qué pedir permiso para representarse a sí misma y postularse a la vez como portadora de todas las esperanzas, sin complejos ni conflictos generacionales, se halla presente en la figura de la secretaria general de las Juventudes Comunistas y ex dirigente estudiantil Karol Cariola; así como en Camila Vallejo, cuyo nombre está ligado indisolublemente a los momentos más altos y lúcidos de las movilizaciones por el derecho a la educación. Jóvenes son también Cristián Cuevas y Daniel Núñez, exponente éste último de una generación que también aporta desde el estudio y la cátedra. Guillermo Teillier y Lautaro Carmona –presidente y secretario general, de su partido- también candidatos a una merecida reelección, representan la continuidad y vigencia plena de un partido político de innegable raigambre nacional, que al filo de su centenario da nuevas muestras de su profunda vocación unitaria en defensa de los trabajadores y del conjunto del pueblo, en su permanente lucha por alcanzar nuevas y más altas conquistas que acerquen la anhelada meta de una sociedad democrática y con justicia social.

En el sur del país, Abernego Mardones, representa al PC como candidato al senado. Su largo historial al servicio de su clase y de su zona, la circunscripción de Los Ríos, manifiesta la voluntad de los comunistas de dar su testimonio y hacer su aporte allí donde la causa unitaria lo haga necesario.

La etapa que se inicia hoy será intensa y no libre de conflictos y aun de contradicciones. Será la voluntad de las mayorías la que imponga la unidad en torno a las grandes metas que ellas mismas han diseñado. Tal es su mandato.

Con un pie en la calle. Editorial El Siglo


No faltaron, principalmente en la derecha, quienes se escandalizaron con una declaración de Camila Vallejo sobre la posibilidad de participación del PC y los movimientos sociales en un eventual gobierno anti neoliberal, que decía textualmente:  “Nuestro tema central es estar afuera y adentro trabajando y avanzando”.
“Esa es la historia de nuestro partido” –recordó-  “Cuando fuimos gobierno con González Videla mantuvimos siempre el trabajo en el movimiento sindical y social. Nunca hemos abandonado ese principio y criticamos a los gobiernos de la Concertación, porque desvincularon el trabajo político del trabajo en la calle, además que bloquearon muchas iniciativas positivas para el país”.
Ahora que la ex presidenta Michelle Bachelet anuncia que regresa al país deben comenzar a aclararse posiciones, más aún cuando el senador Ignacio Walker acaba de ser reelecto presidente de la DC aunque la mitad del electorado votó por Aldo Cornejo. Pero, volviendo a la afirmación de Camila,  continuaba: “Vamos a estar así, como decía Walker, aunque no le guste a la DC. Nosotros vamos a ser fieles a nuestro compromiso con nuestras posiciones. Somos consecuentes con nuestras ideas políticas y con lo que hemos trabajado”.
Los pre candidatos presidenciales de la oposición ya saben que el PC le dá absoluta prioridad a las bases programáticas acordadas por todos los sectores, conjuntamente con una lista única de candidatos a parlamentarios y, finalmente, un nombre único para la Presidencia de la República, que asuma plenamente  los ejes programáticos acordados por toda la oposición.
Los comunistas forman parte del movimiento social desde hace más de cien años, integrando sus bases, organizando sindicatos, juntas de vecinos, uniones comunales, federaciones estudiantiles; participando en huelgas, marchas, protestas y en las acciones que correspondan –en dictadura o democracia- para defender los derechos y las conquistas de los trabajadores, las mujeres, los jóvenes, estudiantes, pobladores, tercera edad, campesinos, diversidad sexual y minorías étnicas.
Apoyaron decididamente a los gobiernos del Frente Popular en el pasado y al gobierno del doctor Salvador Allende hace ya cuatro décadas. Entre otras personalidades, la esposa del mandatario, Hortensia Bussi destacaba a menudo la fidelidad del PC al proyecto de la Unidad Popular. Millares de presos políticos, desaparecidos, torturados, exiliados y exonerados lo testimonian fehacientemente.
En la actual coyuntura histórica, cualquier acuerdo político debe ser garantizado, en un clima de confianza mutua, para el cumplimiento de los ejes programáticos porque, en caso de postergaciones, olvidos, oposición o rechazo, los votantes –el pueblo- tomará nota de ello y exigirá responder a las partes involucradas en el acuerdo.
Tiene absoluta razón Camila cuando aduce que los movimientos sociales, llamados a colaborar en la tarea de reconstruir Chile junto a partidos políticos y sectores independientes, deben mantenerse siempre alertas. Mientras no exista legalmente la figura de la  revocación en los cargos de representación popular por incumplimiento, la gente –o el pueblo- tiene derecho a demandar respeto a los acuerdos y al programa ofrecido al país.
Con la principal candidata de la oposición dispuesta a volver a Chile habría que apurar el tranco de todos los temas pendientes, en conversaciones bilaterales,  en gestiones con otros sectores como el PRO, MAS, IC e independientes para conformar cuanto antes la nómina única de candidatos parlamentarios. Asimismo, la comisión que estudia los cinco ejes programáticos debe terminar de afinar el acuerdo y finalmente, todos en conjunto, convocar o no a primarias presidenciales.
Nadie tiene asegurado ningún cupo y hay que ganárselo en la calle, en los casa a casa, puerta a puerta, en las ferias y también en las marchas estudiantiles y protestas regionales o sectoriales. Como ocurrió en Magallanes, Aysén, Lota, Freirina, Pelequén,  Arica, Calama y otros lugares, Como debe ser en democracia. Es decir, los sectores progresistas se mantienen expectantes, con un pie en la calle y otro en La Moneda, pese a quien le pese.

Otra América Latina y el Caribe son posibles


Lo ocurrido en los días recientes en la Cumbre de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) es una señal esperanzadora, a la vez que un desafío que pondrá a prueba los sentimientos y reales intereses de los actores que se mueven en el ancho espacio de América Latina y el Caribe.
Unidad en la diversidad, podría ser el corolario de esta jornada. La pregunta es cuán consolidada está la unidad, y hasta dónde la diversidad se diferencia de la desigualdad y, aun, de la hostilidad entre algunos de su treintena de miembros cuya población se empina casi a los 600 millones de habitantes.
Se encargan algunos, comenzando por el mandatario dueño de casa, de “aclarar” que esta Celac no invalida la vigencia de la vieja OEA. Sin embargo de lo cual, queda claro que se trata de una entidad totalmente distinta, nueva y prometedora, que se constituye como un escenario que no tolera hegemonías ni tutelajes.
Así, pues, el “gran vecino” brilló por su ausencia y la Celac pudo, en las primeras jornadas de Santiago, dialogar sin intermediarios con las naciones del Viejo Mundo, constituido en Comunidad Europea.
Las diferencias entre los países integrantes de la Celac saltan a la vista, y no excluyen conflictos como los que han enfrentado a varios de ellos en diversos litigios: Argentina versus Uruguay, Colombia versus Nicaragua, Costa Rica versus Nicaragua, Perú versus Chile, Bolivia versus Chile.
Y, también, conflictos más localizados, particularmente en torno a inversiones privadas de nacionales de un país en otro.
¿Qué une a los países de este nuevo bloque al año de su establecimiento? Una respuesta podría hallarse en las contradicciones que los enfrentan a las grandes corporaciones transnacionales cuyas sedes se ubican preferentemente en la Vieja Europa así como en el “país excluido”: Estados Unidos de Norteamérica.
Pero también los une la evidencia de un subdesarrollo resultante, entre otras causas, precisamente en esa antigua dependencia y sometimiento a las metrópolis. Una simple mirada a nuestros territorios latinoamericano y caribeño basta para reafirmar la urgencia de un plan de desarrollo regional basado en la integración, y en el que la prioridad sea la superación de la pobreza y la extrema pobreza. Ello exige, desde luego y como precondición inexcusable, la voluntad de romper el círculo de hierro del neoliberalismo y sus políticas de mercado extremo, desigual y reproductor de las desigualdades y negadoras así de la diversidad como de los derechos de las mayorías.
Un elemento esencial para alcanzar los altos propósitos enunciados en cumbres como esta que tuvo lugar en nuestro país, es el respeto y adhesión sinceros a los valores democráticos. Pero ello, más allá de los formalismos y las declaraciones ampulosas, sino basados en una nueva institucionalidad que libere a las poblaciones sometidas del yugo de la represión y las cortapisas a la libre expresión de su realidad y sus exigencias.
Esperanzador y ejemplar el traspaso de la presidencia pro témpore desde Chile a Cuba. Señal de autonomía y de auto respeto. Signo de realismo que dignifica a quienes lo protagonizaron. Ello no obsta al reconocimiento de las evidentes y tal vez necesarias diferencias, más bien es un incentivo para identificar lo que nos une en medio de ellas.
Sí: una señal de identidad y de esperanza, cuya preservación y cultivo es tarea colectiva de la que nadie debería sustraerse.